Tus tetas pasan por las manos de todos en el hospital. Los pezones te duelen y los bebes muerden, y encima no siempre que pide la teta es para comer. Otras es para calmar la ansiedad… y vos con que te calmas!? Y lo peor es encontrar el ritmo para cambiarlo de teta, empezas con el sistema diez y diez, pero a tu gordito no le resulta, así que lo cambias de teta como tres veces hasta que queda satisfecho. Después te dicen que le des a demanda y la demanda puede ser que estés 45 minutos con él en la teta lo más tranquilo. Y ni hablar de las veces que se te duerme terminando con la primera teta y te deja con la otra que chorrea y te obliga a meterte en la ducha, masajearte y sacarte lo que el crío no tomo. Si a eso le sumamos el odioso sacaleches que nadie te dijo que era un aparato tan cruel cuando te convencieron de que lo mejor era que juntaras leche para cuando vuelvas a trabajar. Los primeros días te sentís como una vaca lechera, entre tu bebe que se alimenta, el aparato que te ordeña y los kilos que te quedaron de mas.Pero por suerte todo pasa, y cuando vos y tu bebé se acostumbran a todo esto, sentarte a darle la teta, mirarlo como se alimenta de vos mientras se acarician las manos es lo mas maravilloso que sucede en el mundo.
1 comentario:
Hola soy de mexico y tengo 17, la verdad es que si hubiera escuchado que tan dificil era, lo hubiera pensado dos veces, si, soy muy joven, pero nada me quita esa satisfaccion y ese amor de ser madre me identifico mucho con todo lo que acabas de decir =)
Publicar un comentario