miércoles

Eso que nadie te dijo a la hora de dar la teta

… o que no quisiste escuchar. Porque resulta que de golpe todo te suena a nuevo, divertido, doloroso y desconocido. En el hospital la puericultora que lo primero que te pregunta es si en casa estuviste haciendo los ejercicios de pellizcarte y pasarte crema de caléndula. Y vos como en la secundaria le mentís y le decís que si, pero ni loca te ponías a pellizcarte con lo doloroso que te resulto la única vez que lo intentaste. Nadie te aviso que la leche tarda en bajar, y que a veces te baja de golpe y las tetas se ponen duras como una roca a la que tenes que masajear para que cuando el bebe chupe salga. Porque al bebe le cuesta aprender y vos no tenes vocación docente. Así que la primer noche tu marido se la pasa masajeándote con fuerza para deshacer todos esos nudos que se hicieron y que vos no te pode sacar porque te duele.

Tus tetas pasan por las manos de todos en el hospital. Los pezones te duelen y los bebes muerden, y encima no siempre que pide la teta es para comer. Otras es para calmar la ansiedad… y vos con que te calmas!? Y lo peor es encontrar el ritmo para cambiarlo de teta, empezas con el sistema diez y diez, pero a tu gordito no le resulta, así que lo cambias de teta como tres veces hasta que queda satisfecho. Después te dicen que le des a demanda y la demanda puede ser que estés 45 minutos con él en la teta lo más tranquilo. Y ni hablar de las veces que se te duerme terminando con la primera teta y te deja con la otra que chorrea y te obliga a meterte en la ducha, masajearte y sacarte lo que el crío no tomo. Si a eso le sumamos el odioso sacaleches que nadie te dijo que era un aparato tan cruel cuando te convencieron de que lo mejor era que juntaras leche para cuando vuelvas a trabajar. Los primeros días te sentís como una vaca lechera, entre tu bebe que se alimenta, el aparato que te ordeña y los kilos que te quedaron de mas.

Pero por suerte todo pasa, y cuando vos y tu bebé se acostumbran a todo esto, sentarte a darle la teta, mirarlo como se alimenta de vos mientras se acarician las manos es lo mas maravilloso que sucede en el mundo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola soy de mexico y tengo 17, la verdad es que si hubiera escuchado que tan dificil era, lo hubiera pensado dos veces, si, soy muy joven, pero nada me quita esa satisfaccion y ese amor de ser madre me identifico mucho con todo lo que acabas de decir =)

Seguinos como ell@s!!!!