
El tema es que el embarazo te produjo mas apetito, y el gimnasio mucho mas... así que después de una tranquila rutina para embarazadas llegas a tu casa y te haces un nutritiva merienda para embarazada y le sumas a tu cuerpo mas calorías de las que quemaste. Osea, esto no funciona.
Preferís anotarte en gimnasia para embarazadas... y al poco tiempo te das cuenta que es un lindo chamuyo para los maridos que hartos de la ballena quejosa que tienen en casa mandan a sus mujeres a hacer algo. Lo que menos hacen es gimnasia. Todas las panzonas se la pasan conversando de sus dolores, estados anímicos, etc. y lo que resta de la clase tratan de estirar esas caderas atrofiadas que son tu futuro imperfecto.
Y otra vez decidís cambiar de estrategia.
El acuagym, la esfero dinamia (y vas con tu culo en una pelota tratando de hacer equilibrio), el yoga, y otras cosas mas... Y así pasas mas tiempo buscando que hacer que haciendo algo en concreto. Lo bueno es que a esta altura podrías ser una experta en actividades para embarazadas, lo malo que tu cuerpo se siguió ensanchando y vos estabas demasiado ocupada para verlo.
1 comentario:
siiiiiiiiiiiiiiiiii jajajaaaaaaaaaaaaaa exacto!
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