Si dice Prioridad Embarazadas es PRIORIDAD EMBARAZADAS

Sin la intención de escribir un artículo panfletario creo que es necesario dedicarle un espacio a esas cosas que para nosotras, las embarazadas, son molestas.
Y con molestas no me refiero a los dolores en los pechos que no paran de crecer, a la incomodidad de estar todo el tiempo haciendo pis, a la acidez, y a otro millón y medio de cosas que nos pasan y nos molestan. A lo que quiero referirme en este punto es a esas cosas que tenemos que estar repitiendo todo el tiempo y que nos ponen incomodas. Por ejemplo, vas al súper, te recorres todas las góndolas arrastrando el carro lleno de cosas con hierro, con fibra, lácteos, yogures para ir al baño y alimentos para vos y la futura criatura y llegas a la caja en la que cuelga un simpático cartelito que indica que es ¨Prioridad Embarazadas¨ y resulta que hay mas changuitos que en otras cajas. No solo eso, sino que todos los que están en la fila se hacen los distraídos mirando para otro lado y vos con tu panza grande y pesada, tu dolor de cintura y tus pies hinchados tenes que bancarte ahí parada hasta que una ex futura mamá le pega flor de reto a la cajera porque no te dio prioridad. No hace falta aclarar que pasas, un poco con vergüenza, y encima escuchas el comentario desafortunado de un viejo que dice ¨ ¿y como se yo que esta embarazada?¨…no, si la panza porque estas hinchada!

Tema dos: colectivo. Si tuviste que vender el auto para comprarte la casa, o si nunca tuviste auto estarás más que acostumbrada al colectivo y también sabrás lo incómodo que se viaja hoy en día. Bueno, ahora venís a descubrir que es más incómodo aún viajar con una panza y con un colectivero que no hace ni un ademán para sugerirles a los pasajeros que se sentaron adelante que te dejen el asiento. ¿Que pasa? ¿Son ciegos? ¿No vieron que estuviste tres horas para subir los tres escalones altísimos del colectivo? ¿No se dan cuenta que es imposible pasar por entre la máquina, el asiento del chofer y alguna vieja que esta aferrada a la manija del asiento de adelante y no piensa moverse de ahí? No te asombres si alguna vez tenes que llegar a estar parada en el fondo para que alguien se digne darte el asiento. Si reprodujera todas las respuestas que me dieron para no darme el asiento llenaría el blog entero.

Conclusión: a la larga o a la corta empezas a entender que este es tu derecho y por lo tanto lo defendes desplegando la furia que producen tus hormonas. Ahora, yo me pregunto ¿Es necesario que tengamos que pedir el asiento?