martes

IX. esa cosa extraña que esta ahi... ES MI BEBE

Llegó el momento de la ecografía del quinto mes. Trataste por todos los medios de adelantar este paso pero tu obstetra es anti ecografías y fue muy clarito ¨si están los dos bien, solo 4 ecografías en todo el embarazo¨. Tuviste que lidiar con tu ansiedad y la de los otros que cada vez que te veían preguntaban si habías visto a tu criaturita, si ya sabías el sexo y un millón de cosas mas. Pero finalmente llegó el día!
Te pusiste lo mejor que te queda en este estado con la intención de que el bebe vea que su mamá es la mas linda y obligaste a tu gordo a que haga lo mismo, de alguna manera esta será la presentación formal y tienen que lucir glamorosos.

La espera en el consultorio se hizo eterna, tal vez porque llegaste 45 minutos antes del turno que te dieron y veías salir y entrar madres con panzas chiquitas, medianas y grandes. Madres a punto de parir, entusiasmadas, ansiosas, con cara de ya conozco a mi bebé y no veo la hora de tenerlo en mis brazos. No pudiste evitar fantasear con como sería ese momento, el día en entres a sala de parto, el día en que te conviertas en esa especie de mujer animal que grita en los documentales del Discovery Channel y que ve como se asoma su descendencia. Tu gordo no aguantó mas (o no te aguantó mas, porque todos estos pensamientos los compartías con él en una especie de verborragia imparable) y se acercó a la secretaria ofuscado para saber cuando les llegaría el turno. Ella inmutable ante el enojo de los pacientes impacientes le comunicó que eran los próximos. Entraste en pánico, con todo lo que habías estado pensado te olvidaste de comer algo dulce para que la criaturita se mueva durante el estudio. Y cual muerta de hambre te devoraste un alfajor, un chocolate de taza, mientras masticabas un chicle de los que tienen azúcar y bajabas todo con una rica gaseosa. Mientras salía la pareja anterior la secretaria les pide el dvd que tenían que traer para grabar la ecografía. Momento de tensión, con toda la movida de arreglarte para salir te olvidaste de parar en un kiosco, y el colgado de tu marido ni sabía que se podía grabar. Y ahora te lo viene a decir???? Llevas 40 minutos esperando, podrías haber ido a comprarlo. La turra de la mina deja que te amargues para después salirte con un ¨no se preocupe acá tenemos lo tiene que pagar aparte de la consulta¨. Sabes que este será el dvd mas caro de la historia pero lo vale porque es por tu hijo.

Finalmente entraron con un nervios importantes y con un terrible ataque de hipo producto de la ingesta anterior y los nervios acabas de pasar. No era asi como lo imaginabas. El doctor te pidió que te acuestes en la camilla y te bajes los pantalones (¿se dieron cuenta que es en el único momento en que a nadie le molesta que un desconocido te pida durante 9 meses seguidos que te bajes el pantalón?). Se prendieron todos los monitores que había en la sala pero lo único que se veía era negro, negro y mas negro. Tu marido te apretaba la mano porque no entendía nada, vos menos... el tipo haciendo un no se que con la compu, yendo y viniendo con el mouse y vos buscando algún indicio de tu hijo, algo que te hiciera dar cuenta de que estaba ahí. Después de un rato el doctor te explica que esta haciendo las mediciones, que esta todo bien y que ahora si esta en condiciones de explicarte. Haberlo dicho antes!.

Como si fuera un cuentito te muestra los huesitos del brazo, de la pierna, la circunferencia de la cabecita y como tu cordón (que sobresale en tonos de rojo) sale de tu cuerpo y entra a esa burbuja que por ahora es su casita para alimentarlo. Y ahí finalmente lo ves, ese perfil es tu bebé. Una especie de cara rara, pura frente, que se chupa las manitos y que en esa posición de acurrucado juega gracias a la cantidad de dulce que comiste. No te da mucho tiempo para emocionarte porque enseguida pregunta si quieren saber el sexo y los dos se apresuran a decir que si. El doc mueve un poco el aparato y allí lo ves, un tierno pitito, que ya tiene la forma de tal y que grita a los cuatro vientos ¡soy un varón!.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

a mi me paso igual, eran tantos los nervios que me olvide las ecografías antriores, el dvd, todo!

Anónimo dijo...

las secretarias de estos consultorios son un desastre, no entienden lo impacientes que nos ponemos. Yo me pongo nerviosa cuando voy a la consulta.

Seguinos como ell@s!!!!